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El pasado 14 de mayo, China llevó a cabo el lanzamiento de 12 satélites como parte de un ambicioso proyecto de computación en órbita, desarrollado por ADA Space, una empresa especializada en sistemas satelitales con inteligencia artificial, en colaboración con Zhejiang Lab, un centro de investigación respaldado por el gobierno provincial de Zhejiang.
El despegue se realizó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste del país, utilizando un cohete Long March 2D. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) confirmó el éxito total de la operación y señaló que estos satélites integrarán una futura constelación diseñada para ejecutar tareas de procesamiento directamente desde la órbita terrestre.
ADA Space detalló que este grupo de satélites forma parte de la denominada “Constelación de Computación de Tres Cuerpos”. El sistema está concebido para procesar datos en el espacio sin depender de infraestructuras terrestres, lo que supone un avance en autonomía y eficiencia operativa. En conjunto, los satélites ofrecen una capacidad de procesamiento de 5 petaoperaciones por segundo (POPS) y 30 terabytes de almacenamiento integrado.
Cada satélite está equipado con inteligencia artificial, enlaces de comunicación láser de hasta 100 Gbps entre unidades, y sensores de teledetección, lo que permite analizar los datos a bordo y reducir significativamente la necesidad de transmitir grandes volúmenes de información a estaciones en tierra.
Uno de los satélites transporta además un polarímetro de rayos X cósmicos, desarrollado por la Universidad de Guangxi junto con los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia China de Ciencias (NAOC). “Este instrumento está diseñado para detectar y clasificar fenómenos astronómicos transitorios, como estallidos de rayos gamma, y emitir alertas oportunas que faciliten el seguimiento por parte de otras misiones científicas”, destacan las entidades.
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Una nueva etapa en la computación espacial
ADA Space ha señalado que esta misión representa un hito sin precedentes: el despliegue de la primera constelación satelital dedicada exclusivamente a tareas de computación en órbita. La iniciativa busca redefinir el papel tradicional de los satélites, históricamente centrado en la observación remota o las telecomunicaciones.
Con esta nueva generación, los satélites también asumirán funciones como centros de procesamiento de datos e inteligencia artificial directamente en el espacio.
Los 12 satélites lanzados forman parte del programa Star-Compute. El objetivo de la alianza entre ADA Space y Zhejiang Lab es construir una red satelital en órbita, compuesta por hasta 2.800 unidades, diseñada para establecer una infraestructura integral de computación espacial.
Para ADA Space, esta constelación busca responder a la creciente demanda global de procesamiento de datos en tiempo real desde la órbita. La implementación de esta tecnología podría marcar el inicio de una nueva era para la computación en la nube espacial. Más allá de su alcance técnico, este avance abriría un nuevo frente de competencia tecnológica entre China y otras potencias, especialmente Estados Unidos.
Aunque Estados Unidos y Europa han realizado pruebas de computación en el borde desde el espacio, el despliegue de una constelación diseñada desde cero con capacidades de inteligencia artificial a gran escala por parte de China representa, según ADA Space, un avance sin precedentes en este campo.
Alianzas estratégicas y cronograma de más lanzamientos espaciales
El programa Star-Compute también contempla alianzas con otras empresas tecnológicas, entre las que se destacan SoftStone y Kepu Cloud. Estas compañías participarán en el desarrollo de centros de procesamiento en tierra y plataformas de inteligencia artificial, con el propósito de complementar la infraestructura computacional desplegada en órbita.
Esta iniciativa podría integrarse dentro de la estrategia nacional de “nuevas infraestructuras” de China, al tiempo que contribuiría a la meta del país de consolidarse como una potencia global en inteligencia artificial para el año 2030.
Con esta misión, China completa su vigésimo sexto lanzamiento orbital del año. El evento se suma a las recientes misiones TJS-19 y Yaogan-40 (02), que despegaron desde los centros espaciales de Xichang y Taiyuan, respectivamente.
De acuerdo con la cadena estatal CCTV, el gigante asiático tiene programada una intensa agenda de lanzamientos durante mayo. El 19 de mayo se espera el despegue de un cohete de propulsión sólida Ceres-1, seguido por el lanzamiento del Long March 7A el día 20 y del Kinetica-1, también de combustible sólido, el 21 de mayo.
Entre el 28 y el 30 de mayo están previstas dos misiones científicas de alta complejidad: Tianwen-2, centrada en el retorno de muestras de un asteroide cercano a la Tierra, y otra misión destinada a explorar un cometa en el cinturón principal.
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