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Muchos productos empaquetados y envasados se están quitando los sellos octogonales que advierten los riesgos para la salud. Aún cuando no tienen sellos, sí continúan con fechas de vencimiento lejanas y listas de ingredientes extensas e impronunciables (maltodextrina, cera carnauba, ésteres, poliglicéridos de ácido ricinoleíco interesterificado). ¿Los empacamos tranquilos en las loncheras de niñas y niños? Claro que no. Producen enfermedades, como cáncer, diabetes tipo 2, obesidad y cardiopatías.
Desde la puesta en marcha del decreto sobre el etiquetado frontal de advertencia en Colombia, se veían paquetes de fritos sin sellos. Inicialmente era solo una marca, y ahora son casi todas. Pusimos una queja al Invima, la entidad que vigila el cumplimiento de la medida, pero la respuesta es pobre. No nos permiten conocer las pruebas ni sus resultados. ¿Tendremos que ser detectives e ir con estos productos a los laboratorios a mirar realmente de qué están hechos? ¡No!, No es nuestro papel.
Causa desconfianza que sea esta la entidad que proponga una resolución que autoriza la comercialización de productos cuya lista de ingredientes puede estar incompleta. En ausencia del etiquetado y sin la información clara sobre los ingredientes, ¿cómo sabemos si estamos frente a un ultraprocesado? ¿Será que el Invima está cooptado por la poderosa industria? Esperamos que no.
Colombia ha dado importantes pasos para informar sobre los efectos dañinos de los ultraprocesados, caracterizados inicialmente por los excesos de azúcares, sodio (sal), grasas saturadas, grasas trans y la presencia de edulcorantes. Ahora, tienen nuevas mezclas de grasas, aditivos, sales y azúcares con los que la industria empieza a enmascarar sus productos.
MinSalud y el Invima deben actuar de acuerdo con la nueva información. Por ejemplo, en Estados Unidos comenzó el debate sobre el uso del Colorante rojo # 3 (eritrosina) y otros colorantes artificiales derivados del petróleo. Estos químicos de bajo costo, de acuerdo con la evidencia, podrían ser causantes de alergias, hiperactividad y cáncer.
En Colombia, estos mismos colorantes se siguen utilizando en cereales, helados, gelatinas, embutidos, dulces, bebidas azucaradas, entre otros productos ultraprocesados.
En caso de no tener claridad de cuáles son esos nuevos químicos o mezclas, los responsables de la salud deberían por precaución investigar y emitir nuevos lineamientos, podría ser un nuevo sello distintivo: “ultraprocesado”, para que no sigamos comiendo mentiras, así ahora no tengan sellos. La salud no es un juego, y la información clara y veraz es nuestro derecho.
*Directora ejecutiva de Red PaPaz
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Por Carolina Piñeros Ospina*
