Las mujeres que redefinen el poder en Colombia

Una investigación de la Revista Forbes reveló algunas de las mujeres que más influencia tienen en el país. El listado, más que un repaso de cómo las mujeres han roto techos de cristal, muestra que en la última década han logrado redefinir los hilos del poder y llegar a posiciones históricamente ocupadas por hombres.

Tomás Tarazona Ramírez
17 de mayo de 2025 - 12:59 p. m.
Las mujeres han logrado adquirir poder en Colombia a través de la política, la empresa privada e incluso el arte o la filantropía.
Las mujeres han logrado adquirir poder en Colombia a través de la política, la empresa privada e incluso el arte o la filantropía.
Foto: Pixabay
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Hace 90 años, las mujeres lograron acceder a la educación, un sueño que en esa época solo estaba al alcance de los hombres. En la década de los 50, se convirtieron en ciudadanas plenas al conquistar el derecho al voto. Hoy, dos generaciones después, son ellas las que están redefiniendo los hilos del poder en Colombia y ocupando espacios históricamente restringidos.

Así lo dio a conocer Forbes, la reconocida revista que enlista algunas de las personas más ricas y poderosas de Colombia y el mundo. En la más reciente publicación, hay un elemento característico: la investigación identificó a las 100 mujeres más poderosas del país y demuestra que el poder, más que un asunto exclusivamente político, también lo ejercen mujeres desde las empresas, los medios de comunicación, la industria del arte o incluso en la defensa de los derechos humanos. Un ejemplo de ello son Johana Bahamón, que lucha por la resocialización de personas privadas de la libertad, o Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch.

A diferencia de otros escalafones publicados por la revista, como el de las personalidades con mayor riqueza en el país, Forbes optó por elaborar un listado sin posiciones ni primeros lugares. Su editor, José Caparroso, dice que este “es el reflejo de una Colombia que avanza. No solo reconoce logros individuales, sino también colectivos, y visibiliza que el talento, cuando se combina con determinación, transforma estructuras y redefine el poder desde la raíz”.

Mujeres que hacen historia

La publicación demuestra que, en la última década, cada vez más techos de cristal se han roto para las mujeres. Ser una alta ejecutiva, convertirse en la primera en llegar a la presidencia de una empresa o liderar una industria históricamente dominada por hombres, como los deportes o la tecnología, es hoy una posibilidad real. Hay ejemplos históricos en el país, como el de Sandra Hinestroza, la mujer negra de más alto perfil empresarial en Colombia, quien actualmente ocupa la presidencia de Hewlett-Packard (HP); o el de Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial caleña que ha alcanzado un rol destacado en la Nasa y hoy es pieza clave del equipo que explora Marte.

“El liderazgo femenino no es una moda, es una necesidad y envía un mensaje sobre la importancia de la diversidad en diferentes frentes donde estamos logrando una transformación, abriendo caminos y generando cambios”

Johana Bahamón, presidenta Fundación Acción Interna

Otro caso destacado es el de la periodista Andrea Guerrero, quien actualmente dirige Win Sports, el canal deportivo que transmite y gestiona el fútbol colombiano, un gremio que durante años tuvo exclusivamente hombres al frente de las cámaras y en la toma de decisiones empresariales.

“Esto es una señal de una cultura más equitativa, donde el talento de las mujeres tiene cada vez más espacio para tomar decisiones y generar impacto (...) Colombia está siendo testigo de cómo el liderazgo femenino marca diferencia en múltiples frentes; cultural, social, económico, ambiental o científico”, explicó para este diario María Lorena Gutiérrez, CEO del Grupo Aval, perteneciente a un mundo como el bancario que, es otro sector el cual durante décadas, solo tuvo rostro masculino en los cargos directivos.

La gran mayoría de estas mujeres han demostrado que las barreras de género, aunque aún perduran tropiezos y dificultades, pueden superarse. El listado lo evidencia: casi todas las mujeres del top 100 han cursado y completado su educación, y han logrado adquirir reconocimiento y escalar en la pirámide social. Sin embargo, estudios del Departamento istrativo Nacional de Estadística (DANE) han demostrado que eso no es sinónimo de igualdad. De acuerdo con un informe publicado en 2023, de cada 10 mujeres que terminan la primaria, apenas tres acceden a salarios similares a los de hombres con niveles educativos equivalentes.

Aun así, la lista de Forbes muestran señales de esperanza para superar esas barreras. Shakira, por ejemplo, ostenta poder con su trayectoria de más de 30 años como artista y cuenta con tres carreras profesionales. Mayra Ramírez, la futbolista más costosa del fútbol femenino, también es comunicadora social y es la quinta jugadora mejor paga del mundo.

La rectora de la Universidad de Los Andes, Raquel Bernal, asegura que no hay mejor forma de romper los techos de cristal que ocupar roles como el suyo en la academia. “El listado demuestra que la meritocracia en este país también es posible. Las universidades somos, de alguna manera, la conciencia de la sociedad y, para superar la desigualdad que vivimos, no veo un instrumento más poderoso que la educación de alta calidad”.

“Que tantos sectores estén representados en la lista es una confirmación de que vamos por el camino correcto”, indica Patricia Field, gerente de Novo Nordisk, en diálogo con El Espectador y comenta que le llena de orgullo ser la única mujer del sector farmacéutico del listado. Sin embargo, añade, que no quiere “verlo como la primera, y seguramente no seré la última. El mensaje trasciende los propios egos y también incluye a las mujeres que me precedieron, así como las que apenas están comenzando su carrera profesional”.

El caleidoscopio del poder

Hace décadas, el sociólogo Pierre Bourdieu planteó una reflexión interesante sobre el poder y la sociedad. Quien posee dinero y riquezas acumula capital económico; quien estudia y obtiene un título, adquiere capital cultural; y quien se mueve en altos círculos de influencia, tiene un capital social.

Lo que hizo Forbes, en pocas palabras, fue un ejercicio parecido al de Bourdieu. Independientemente del sector, demuestra que las mujeres tienen y ejercen poder para contribuir al desarrollo del país. La revista evaluó diferentes tipos de poder entre estas mujeres, entendiendo que no es el mismo el que ostentan Francia Márquez o Laura Sarabia, ambas en el listado, que el de Carolina Espitia, la primera mujer en presidir Alpina, una empresa presente en casi todos los hogares colombianos y que genera más de 5.000 empleos directos.

“Como mujer afrocolombiana sé que los referentes importan, y es crucial para mi comunidad ver que es posible alcanzar estos logros. Las mujeres podemos liderar en tecnología, en negocio, en estrategia, y hacerlo bien”

Sandra Hinestroza, directora de HP

Desde otra perspectiva, el listado también demuestra que es posible ejercer influencia desde otros ámbitos distintos a la política. Es el caso de Lyana Latorre, directora de la Fundación Rockefeller en Colombia, quien impacta a través de la filantropía; o de Margarita Díaz, quien utiliza la cultura como herramienta educativa al dirigir el Festival Internacional de Cine de Cartagena, con más de 50.000 asistentes cada año.

La metodología de Forbes se centró en medir cuánto poder ostentan estas mujeres mediante diferentes variables. La primera fue lo que la revista llama el “poder duro”, que analiza la cantidad de recursos istrados, ingresos, cargos ocupados e impacto que tienen como líderes. También se valoró el “poder dinámico”, que mide el tamaño de las audiencias a las que se dirigen, y el “poder blando”, el cual destaca su influencia en las comunidades y en sus respectivos sectores.

Caparroso, editor de Forbes, señala que resaltar el poder e influencia de estas mujeres puede transformar narrativas e imaginarios en el país, pues “una niña no puede aspirar a lo que no puede ver. Ahora tienen referentes que no tuvieron aquellas que están en el listado. Este les dice: “sí se puede”, porque ver mujeres liderando envía un mensaje poderoso sobre como el presente y el futuro les pertenece a ellas”.

¿Hay mujeres que quedaron por fuera? Sí. En la actualidad, el listado no incluye lideresas indígenas ni representantes de algunos sectores comunitarios que han dedicado su vida a la defensa de derechos humanos. Sin embargo, exaltar las historias de estas 100 mujeres envía un mensaje claro: Colombia está viviendo un tiempo de cambio, en el que las mujeres no solo acompañan, sino que también dirigen. Son protagonistas de la historia.

En este enlace puede consultar el listado completo de las mujeres más poderosas de Colombia.

Tomás Tarazona Ramírez

Por Tomás Tarazona Ramírez

Periodista de investigación con énfasis en conflicto, memoria y paz.[email protected]

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Dorita Bilbao(37038)17 de mayo de 2025 - 03:04 p. m.
Juanita Goebertus, discrepo de su posición política ante el cargo designado. Como Congresista, destacada hasta que defendió la seguridad democrática de AUV, dejé de seguirla cuando la red social se llamaba Twitter. Debía calzar unos zapatos muy bien plantados que dejaba el antecesor y a la fecha no he visto su liderazgo en un país tan complejo como Colombia. No sólo es haber llegado a la dirección de Américas de Human Rights Watch, es lo que hace allí.
Dorita Bilbao(37038)17 de mayo de 2025 - 02:44 p. m.
Juanita Goebertus, discrepo de su posición política ante el cargo designado.
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