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¿Vamos a proteger a los animales en Colombia?


25 de abril de 2025 - 05:00 a. m.
El reto nacional y en cada una de las entidades territoriales es que las autoridades comprendan su rol en la protección de los animales.
El reto nacional y en cada una de las entidades territoriales es que las autoridades comprendan su rol en la protección de los animales.
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos
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Colombia acaba de dar un paso importante, aunque en todo caso tímido, hacia una normativa más efectiva en la protección de los animales. Más allá de los réditos políticos que se capturan en medio de causas que son populares pero que no necesariamente se transforman en mejor actuación del Estado, es importante que empecemos por las historias que nos trajeron a este momento. Para que nuestro país empiece a comprender a los animales como seres sintientes con derechos y dignidad, el primer paso es mirar de frente y sin paliativos el horror al que los sometemos y que es muy común.


Ángel fue un perro en Saboyá, Boyacá, que fue sometido a una crueldad inhumana. Lo curioso es que esa crueldad la llevó a cabo, precisamente, un humano. No usamos el término, entonces, por coincidencia, sino más bien con mucho dolor. El 80 % del cuerpo de Ángel fue despellejado. A pesar de que activistas por los derechos animales lo rescataron y lo cuidaron durante tres años, en febrero de este año falleció. Entonces, cuando hablamos de lo inhumano, ¿en realidad nos sentimos cómodos utilizando esa palabra para describir actos que siempre son cometidos por seres humanos? Nuestra relación con los animales ha sido, históricamente, una de supuesta superioridad: la “domesticación” la hemos entendido como sumisión, como una puerta abierta para el maltrato. Ese tipo de mentalidad, que ha empezado a cambiar en las últimas décadas, sigue estando presente en muchas personas. Tal vez no haya nada más humano, que nos haya caracterizado más, que la irracional violencia con la que tratamos a seres que consideramos “inferiores”.


Hablemos de Lorenzo, por mencionar el otro ejemplo que nos convoca. Un perro que hace parte de tantos otros que son usados para “seguridad” humana, para protegernos de nosotros mismos, para identificar riesgos y utilizar sus habilidades para evitarnos tragedias. Una grabación de las cámaras de seguridad del centro comercial Andino, en Bogotá, mostró cómo a Lorenzo lo maltrataban por estar cansado y no querer moverse. La viralidad y la claridad del video causó indignación, pero solo es la punta del iceberg de una realidad oculta: cómo los perros de seguridad son explotados de mil maneras.

Entonces, ahora el país acaba de aprobar la Ley Ángel y la Ley Lorenzo. La primera sube penas para las personas que maten o maltraten animales, y le permite a la Policía entrar a domicilios cuando haya un animal maltratado que necesite intervención. También se hacen promesas sobre una Ruta de Atención al Maltrato Animal y programas de pedagogía para que entendamos la importancia de cambiar nuestra relación con los animales. La segunda busca mejorar las condiciones de los perros que trabajan en seguridad, incluyendo planes de bienestar y retiro que no terminen en abandono e indignidad.

En el papel, ambas medidas son importantes. Sin embargo, como con toda política pública, el diablo está en los detalles de la ejecución. El reto nacional y en cada una de las entidades territoriales es que las autoridades comprendan su rol en la protección de los animales, y que a la par tengamos conversaciones en todos los espacios sociales para entendernos de manera distinta frente a los seres sintientes. No con discursos rimbombantes sobre la importancia de la naturaleza, sino con reconocimientos francos de que hemos sido muy inhumanos con nuestros compañeros de mundo y de que necesitamos cambios estructurales.

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Maribel Martinez(27840)26 de abril de 2025 - 02:52 a. m.
Como decía Gandhi: como trates a otro animal sera como tatres a una persona en indefensión.
Jorge López(60581)25 de abril de 2025 - 11:54 p. m.
Los animales de la clase política están todos protegidos, pueden pasar por encima, al costado, o por debajo de la constitución con absoluta garantía de intocabilidad
pedrito opinador(59003)25 de abril de 2025 - 11:41 p. m.
SI vamos a proteger a los animales, protegamos a petro
Lina Marcela Ruiz Rojas(pbkey)25 de abril de 2025 - 11:35 p. m.
En mi concepto, el maltrato animal empieza desde el sitio donde los mantienen, encerrados en apartamentos, en lugares donde no se pueden mover libremente durante todo el día, hasta que llega su dueño a sacarlos un corto tiempo para que haga sus necesidades-muchas veces donde los vecinos-sin ningún pudor ni respeto por el espacio ajeno. Y disque los quieren mucho.
Edith Pulido Herrera(ipwmh)25 de abril de 2025 - 10:26 p. m.
Como animalista se agradece, pero no deja de sorprender que tuviera primero eco el tema vs el maltrato infantil en Colombia. Los niños son invisibles y tristemente su problema lo llevan solo al género femenino y no debería ya que los niños son vulnerables independiente de su género. Además niños protegidos y felices serían adultos maravillosos que podrían convivir con la naturaleza que en estos momentos sufre. Que venga pronto una política sólida de protección infantil.
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