
No es lógico que, si nuestra Orinoquía tiene características similares a las de Mato Grosso en Brasil, su desarrollo esté hoy prácticamente en cero mientras que, en veinte años, esa región brasilera multiplicó por veinte sus hectáreas cultivadas.
Es impresionante lo que ha significado para la economía de nuestro vecino y para el bienestar de la población de la zona el desarrollo de Mato Grosso. Con una tecnología de punta, han logrado utilizar la misma tierra en tres productos: soya, maíz o algodón y ganado. Como explicó Ricardo Ávila en un reciente artículo de El Tiempo, “al tiempo que se recoge este tipo de fríjol (la...
