
El pasado primero de mayo, en la Plaza de Bolívar, el presidente Petro se puso guantes blancos, tomó en sus manos la espada de Bolívar, la levantó con la punta en alto, se la mostró a sus miles de seguidores y les dijo ¡he aquí la espada del pueblo! (la analogía con la escena de la elevación del cáliz y la hostia en la misa católica no es gratuita). Eso no fue todo, para recargar el evento de gestos bélicos, Petro ondeó la bandera bolivariana blanca y roja de la guerra a muerte contra el invasor español.
El sable de Bolívar tiene un poder evocador muy importante para los colombianos, ¿pero cuál es su significado? La respuesta se...
