Las palabras homófonas, aquellas que suenan igual, pero se escriben diferente y tienen significados distintos, pueden jugarnos malas pasadas. En días recientes, por ejemplo, vi la confusión entre «ondear» y «hondear». Mientras que la primera, que es probablemente la más usada, se refiere a ‘mover algo, especialmente una bandera o un pañuelo, formando ondas’ (de ahí su grafía), la segunda significa ‘reconocer el fondo con la sonda’, según el Diccionario de la lengua española.
El caso es similar al de «ojear» (de «ojo»), que se relaciona con ‘mirar a alguna parte’, y «hojear» (de «hoja»), que nos habla, precisamente, de ‘pasar...

Por María Alejandra Medina Cartagena, Gazapera
