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Cachemira en la mira

Marcos Peckel
14 de mayo de 2025 - 05:05 a. m.
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Una vez más, India y Pakistán saltan a los titulares por el irresoluble conflicto de Cachemira, esa región que, desde la partición de la India en 1947, ha sido el foco de guerras y conflictos entre los dos vecinos siameses nacidos de un parto mal hecho por el parlamento británico en 1947 cuando lastraba la joya de la corona de sus posesiones imperiales.

La India y Pakistán están separados por identidad religiosa: el primero para los hindúes, el segundo para los musulmanes. Nacieron en agosto de 1947, después de un siglo de dominación directa de Londres, en una partición cuyas fronteras fueron trazadas por un abogado londinense que, aunque nunca había estado en la zona, arribó a la región armada de regla, compás, datos y censos erróneos.

La partición del subcontinente dejó más de un millón de muertos en masacres religiosas y unos 15 millones de refugiados en uno de los eventos cataclísmicos que marcarían el siglo XX. En 1971, los dos territorios pakistaníes se separaron en una sangrienta guerra secesionista que dio origen a Bangladés en lo que había sido Pakistán Oriental.

El desarrollo y evolución de ambos países desde su independencia a la fecha no podría ser más dispar. La India es hoy en día la mayor democracia del planeta, una potencia global, líder en avanzadas tecnologías, gobernada por el BJP —Partido Popular de la India— en cabeza del muy popular Narendra Modi, que reivindica un fuerte nacionalismo hindú, imbuido de religión, cultura, historia, sabedora de un destino manifiesto y poco tolerante con los musulmanes, unos 180 millones que viven en India.

Pakistán, por su lado, es un Estado en que el ejército y su servicio de inteligencia (ISI) tienen el verdadero poder, con una muy limitada institucionalidad democrática y un historial desde su fundación de una sucesión de gobiernos militares y civiles. Un país que enfrenta una revuelta secesionista en la región de Beluchistán y una amplia zona —Waziristán— en la frontera afgana, bajo control de tribus y grupos radicales islámicos.

Dos potencias nucleares enfrentadas por la región de Cachemira, un territorio que, aunque de amplia mayoría musulmana, quedó en poder de India después de la partición, por negociados que hizo Nueva Delhi con el príncipe regente de entonces. Hoy la región está dividida en tres fracciones: la mayor controlada por India, otra por Pakistán y una tercera por China que se la arrebató e India en la guerra que sostuvieron en 1962.

En 2019, como parte de su política nacionalista, Modi cambió el estatus jurídico de la región de Jammu-Cachemira de un estado autonómico a dos territorios istrados directamente desde Delhi. Esa acción generó protestas masivas por parte de la población musulmana en el Valle de Cachemira reprimidas por las autoridades y un rechazo oficial de Pakistán, que considera suya esa región.

El reciente atentado, que acabó con la vida de 22 turistas indios en Cachemira y que dio origen a los actuales enfrentamientos, rememora en India los terribles atentados cometidos en años anteriores por los grupos terroristas islámicos Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohamed apoyados por Islamabad.

Modi inmediatamente desató la furia nacionalista contra Pakistán con gran apoyo de los medios y las redes sociales. Tras cuatro días de mutuas escaramuzas, ataques con sofisticados y novedosos armamentos, aviones, drones y misiles, la confrontación terminó gracias a la diplomacia internacional que como en ocasiones anteriores ha sido efectiva, evitando que de las balas se pase a las ojivas nucleares.

Ninguna de las partes podía aparecer cediendo o perdiendo. Mientras el conflicto de Cachemira siga vivo, lo será también el riesgo de una hecatombe en este polvorín del subcontinente indio.

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Dario Bulla(62531)16 de mayo de 2025 - 01:58 p. m.
El Espectador abre sus espacios de opinión para que representantes del sionismo, como Marcos Peckel, realicen apologías del terrorismo y la violencia en defensa de Israel. ¡Lamentable! /mundo/mas-paises/dia-sangriento-en-gaza-mas-de-120-muertes-por-bombardeos-de-israel/
Felipe(dw15k)15 de mayo de 2025 - 08:29 p. m.
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Carlos Augusto Bonilla Torres(txeb0)15 de mayo de 2025 - 09:58 a. m.
Bien .
Atenas (06773)15 de mayo de 2025 - 12:07 a. m.
Como siempre, ilustrativa columna sobre complejo asunto tal cual es todo lo q’ huela al islamismo, secta satánica q’ ni entre ellos mismos la llevan bien; luego, mucho menos estarán con Occidente en un conflicto atávico q’ data de las cruzadas. Me encantan los artículos de este columnista, Marcos Peckel. Atenas.
Lalo Parrarro(70277)14 de mayo de 2025 - 02:05 p. m.
A este cómplice del genocidio de los asesinos sionistas contra el pueblo palestino no deberían lavarle su cochina imagen permitiéndole tener una columna en este medio.
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