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(Primera foto: una casa en ruinas, a oscuras y cubierta de polvo. Desde el marco sin vidrios de una de sus ventanas, se ve una bandera palestina que ondea).
Desde el 7 de octubre del 2023, 212 fotoperiodistas han sido asesinados en la Franja de Gaza. La más reciente fue Fatma Hassouna, quien murió el pasado 16 de marzo cuando un misil, producto de un bombardeo comandado por el ejército israelí, cayó contra su casa en el barrio Tuffah. Con ella, también murieron 10 personas de su familia.
(Segunda: una mano, herida por las esquirlas y ennegrecida por el polvo, recibe de otra, sana pero igual de sucia, una kufiya de cuadros blancos y negros).
212 no es una cifra fortuita. ¿Por qué Israel ha convertido en blanco de guerra a los fotoperiodistas? ¿Qué representan que les resulta tan peligroso?
(Tercera: sobre las ruinas de lo que antes fue su casa, una mujer se aprieta con los brazos y cierra los ojos con resignación profunda y casi religiosa).
La respuesta la da Susan Sontag en un ensayo titulado Ante el dolor de los demás, en el que reflexiona sobre cómo las imágenes sirven de mediadoras en nuestra relación –la de los espectadores– con el sufrimiento, el dolor, la empatía y la memoria. Sontag propone tres formas contundentes: dan testimonio del horror, es decir, son una prueba física y tangible de las atrocidades de la guerra, que documenta, además, una realidad que se quiere ocultar; crean conciencia y conmoción, producen una reacción emocional a un conflicto que no estamos viviendo en carne propia, y sirven de memoria histórica, dejan un registro que luego permite reflexiones, denuncias y, en el mejor de los casos, reivindicaciones.
(Cuarta: sobre el agua se reflejan los pies polvorientos de quienes huyen cargando las pocas pertenencias que lograron salvar de la guerra).
En pocas palabras, una foto le muestra al mundo la crueldad de un genocidio, las imágenes de Fatma Hassouna nos permiten, aún estando en el otro extremo del mundo, sentir miedo y rabia cuando Israel bombardea un hospital y lo deja sin luz, o cuando un maestro intenta seguir dando clase sobre los escombros de una escuela.
(Quinta: pupitres, un tablero, una niña que lee su tarea ante la clase. No hay paredes porque fueron bombardeadas y los estudiantes tienen los brazos heridos).

Por Laura Galindo
