Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Elon Musk ha sustentado su éxito al enfocarse en sus objetivos sin escatimar en los efectos colaterales. Por eso vale la pena preguntarse cuál ha sido la razón del respaldo a Donald Trump, primero en la campaña y ahora como parte del gobierno en reducir los gastos federales, incluida la cooperación internacional a través de USAID.
Una explicación puede ser la idea compartida entre Trump y Musk de potenciar la industria aeroespacial, en donde la financiación pública ha sido enorme. En su primer mandato, para aventajar a China y Rusia, Trump propuso incrementos anuales en la NASA, iniciando en 2017, con la aprobación de 19.500 millones de dólares y, creó la Nueva Fuerza Espacial, con un presupuesto de 738.000 millones de dólares a partir de 2019. En 2025, en su discurso de investidura, prometió enviar misiones humanas y ondear la bandera de Estados Unidos en Marte.
Musk fundó Space X en 2002, empresa que actualmente podría valer cerca de 250.000 millones de dólares, debido al logro de regresar a la Tierra los cohetes enviados al espacio, lo que permite su reutilización y un ahorro ingente; al contrario de lo que ocurría en el pasado, cuando la propulsión generaba que se desintegraran. Por este motivo, la NASA firmó con Space X un contrato inicial por 3.100 millones de dólares.
Esta meta de Trump y Musk también es compartida por varios multimillonarios como Jeff Bezos, quien creó Blue Origin en el 2000, ha colocado cohetes en órbita y así mismo tiene contratos con la NASA. Otros empresarios interesados en estos planes son Larry Cage, cofundador de Google, y Richard Branson, de Virgin.
Se trata de una apuesta que exige el aporte de cuantiosas inversiones, desregulación estatal en la producción tecnológica y grandes presupuestos públicos para financiar estos onerosos propósitos. Un ejemplo, para dimensionar las sumas requeridas, sería traer a precio actual el costo del proyecto Apolo, que llevó los primeros humanos a la luna, el cual alcanzaría hoy 260.000 millones de dólares.
Lo anterior en parte explicaría las medidas arancelarias que buscan inclinar la balanza comercial en favor de los Estados Unidos en sectores altamente competitivos y los recortes controversiales del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) que lidera Musk. Allí, el interés confluye en financiar el posicionamiento estadounidense en la conquista del espacio.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesa algún tema internacional, quiere enviarnos una opinión sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo [email protected] o [email protected]
