
La Ciudad del Vaticano tiene apenas 44 hectáreas (menos de medio kilómetro cuadrado) y es el país más pequeño del mundo. Su forma de gobierno se define como “monarquía electiva”. Las decisiones se toman de un modo muy peculiar: los integrantes del sínodo (el concilio de obispos) discuten y opinan, pero, sin importar las mayorías, el Papa decide. Iósif Stalin preguntó alguna vez, para burlarse de su importancia geopolítica, “¿cuántas divisiones tiene el Papa?” y la respuesta es que, desde hace siglos, la diminuta teocracia enclavada en Roma no tiene brigadas ni ejército ni policía, pero por antigua tradición (desde el siglo XVI),...
