Llevo ya algún tiempo regresando una y otra vez a la figura de Jesucristo. Sean creyentes o no, es innegable que el influjo de este hombre, de este ser o de esta historia llena aún nuestros días. Emmanuel Carrère en su libro El Reino reseña el franco asombro que le despierta su mito y el hecho de que miles de años después millones de personas aún lo sigan con fe, reciten plegarias en su nombre y crean de manera objetiva en su existencia. Yo quisiera creer que soy una de esas personas. Y digo que quisiera creerlo porque genuinamente estar comprometido con su legado es más que una simple enunciación, y yo, lejos de ser...
