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Me cuentan que, en una amena tertulia de la semana pasada, se hizo una comparación de los gobiernos de los presidentes Samper (1994-98) y Petro (2022-25). Puede ser del interés de algunos lectores resumir aquí las similitudes y las diferencias que encontraron los participantes.
Entre las semejanzas en materia económica anotaron que, un año antes del final de ambos mandatos, ya era claro que, a raíz de los enormes desequilibrios y la falta de políticas dirigidas a corregirlos, se podía anticipar una crisis macroeconómica. Añadieron que algunos ministros del gobierno Samper también hicieron parte del gabinete de Petro (aclararon, sin embargo, que Armando Benedetti padre fue el ministro de Samper y que la figura central del régimen de Petro es su hijo homónimo). En materia política, insistieron en que Fecode se constituyó en un puntal de ambos gobiernos, con poder para dirigir la política educativa. En el ámbito internacional, los dos presidentes han tenido una relación complicada con Estados Unidos, perdieron su visa y manifestaron su nulo interés en visitar ese país. Asimismo, mencionaron que las dos campañas presidenciales fueron acusadas de haber superado los topes de financiación con aportes de grupos ilegales, algo que, ante las denuncias de corrupción y las críticas de la prensa, ambos mandatarios han señalado como conspiraciones en su contra.
En materia de las diferencias, anotaron que en los años de Samper el control ilegal de vastos territorios lo mantuvieron las FARC, poseedoras entonces de una notable capacidad militar, mientras que ahora lo ejercen las disidencias de ese grupo, el ELN, el Clan del Golfo y otros grupos criminales. Insistieron en que en el gobierno de los noventa se buscó afanosamente y sin éxito la paz con el ELN, y el de ahora lo hace, con los mismos resultados, con todos los grupos criminales. Recordaron que, según las evidencias, el Cartel de Cali participó con sumas abultadas en la financiación de la campaña de Samper, mientras que en la de Petro, de acuerdo con el testimonio de Benedetti hijo, los recursos llegaron de clanes caribeños. Varias personas comentaron que, a pesar de los innumerables escándalos del gobierno de Petro, la percepción de corrupción en el gobierno de Samper fue bastante mayor en el exterior: Transparencia Internacional ubicó a Colombia en los primeros lugares en el ranking de corrupción en 1997; en cambio, hoy está en el puesto 92.
Se mencionó que una gran diferencia consiste en que Samper fue un dinámico privatizador de entidades de energía y finanzas. Y que Petro, en cambio, es un enemigo declarado del sector privado y dedica sus esfuerzos a excluirlo de la prestación de los servicios sociales, incluso a riesgo de poner en peligro el bienestar de la población, como en el caso de la salud, la vivienda y la educación universitaria.
Se anotó, adicionalmente, que la relación de estos mandatarios con los empresarios también es diferente, ya que los grandes capitanes de la industria y las finanzas apoyaron al presidente en los noventa, mientras que, ahora, ante los señalamientos de que son esclavistas y explotadores, mantienen una actitud defensiva frente a las reiteradas agresiones del gobernante.
Me dicen que los contertulios especularon que el respaldo de Samper a Petro se puede deber a que, tal vez, las semejanzas son mayores que las diferencias.
