
Casi todas las semanas desde que asumió el cargo, el presidente Donald Trump ha llamado a Thomas Homan, el ejecutor de su programa de inmigración, en busca de información actualizada sobre las deportaciones masivas.
¿Cómo van las cosas en la frontera? ¿Cómo van las cifras de detenciones? ¿Las ciudades santuario siguen obstaculizando las operaciones?
La típica respuesta de Homan sirve como una especie de control de la realidad para el presidente, cuya promesa electoral de deportar a millones de personas está chocando con las dificultades...
Por Hamed Aleaziz y Zolan Kanno-Youngs | The New York Times
