Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En redes sociales parecen adorables, obedientes y del tamaño perfecto para vivir en un apartamento. Pero detrás de los videos virales de minipigs o cerdos miniatura hay una realidad mucho más compleja que muchas personas desconocen. Esta moda, impulsada por la desinformación y la estética de lo “tierno”, ha llevado a cientos de personas a tener cerdos sin conocer sus verdaderas necesidades físicas y emocionales y, lo que comienza como una decisión impulsiva, termina casos de abandono y maltrato.
Lo primero que hay que tener en cuenta al momento de llevar a uno de estos animales no convencionales al hogar son sus características físicas reales. Muchos criaderos engañan a las personas prometiendo un tamaño similar al de las razas pequeñas de perros. Sin embargo, lo cierto es que los minipigs pueden llegar a pesar hasta 100 kilos y superar los 60 centímetros de altura.
Además, es fundamental comprender que estos animales requieren cuidados especiales que respeten y respondan a su naturaleza como cerdos. No se trata simplemente de un “animal de compañía” común; su bienestar depende de atender aspectos específicos que garantizan su salud física, emocional y comportamental. Para aclarar cuáles son estas necesidades reales y los cuidados indispensables, consultamos a las expertas veterinarias Janeth Pérez, Luz Rodríguez y Sara López, de la Universidad CES.
Cuidados esenciales para el bienestar de los minipigs:
- Su entorno: los minipigs necesitan de espacio exterior donde puedan realizar comportamientos típicos de su especie como hozar, jugar, dormir, cavar, etc. Son animales bastante aseados, por lo que deben tener áreas definidas para alimentarse, orinar y defecar. Además, tienen un sistema de termorregulación limitado, por lo que no toleran bien los cambios bruscos de temperatura. “Se deben mantener entre los 18 y 23 °C”, recomiendan las expertas, ya que las temperaturas extremas pueden generarles estrés o incluso enfermedades.
- Alimentación: al ser animales omnívoros, los minipigs pueden consumir una variedad de alimentos tanto de origen vegetal como animal. Sin embargo, su dieta debe ser cuidadosamente planificada y supervisada por un médico veterinario o zootecnista especializado, ya que una alimentación inadecuada puede provocar obesidad o deficiencias nutricionales. “En lo posible se debe evitar el concentrado comercial, ya que este está diseñado para animales de producción, lo que incrementa fácilmente su peso”, explican las veterinarias del CES. Lo ideal son dietas que combinen la proteína animal, las frutas y las verduras.
- Cuidados veterinarios: El bienestar de un minipig comienza con un seguimiento veterinario riguroso. Durante el primer año, se recomiendan visitas cada tres meses y, luego de esa etapa, cada seis meses. Estos chequeos permiten evaluar aspectos como el peso, el estado nutricional, la salud de la piel y la evolución del animal.
La esterilización, aparte de ser obligatoria, es parte esencial del manejo responsable, pues estos animales pueden tener camadas de hasta 12 lechones. También lo es mantener al día el plan de vacunación y desparasitación. Como advierten las expertas del CES, “los cerdos pueden presentar peste porcina clásica, una enfermedad que afecta tanto a animales de producción como de compañía”. El riesgo es tal que, si un caso resulta positivo, el ICA puede intervenir e incluso ordenar la eutanasia del ejemplar.
Según la zona del país, también pueden aplicarse restricciones de movilidad para estos animales. Esta información debe ser verificada con un veterinario especializado, especialmente si se considera un cambio de residencia o viaje con el minipig. A nivel físico, se requiere atención especial a los colmillos de los machos, que crecen durante toda su vida, y a las pezuñas, que pueden deformarse y causar dolor en superficies inadecuadas como pisos lisos o duros.
Regulaciones del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA):
El auge en la compra y venta de minipigs como animales de compañía encendió las alarmas de las autoridades sanitarias. La creciente demanda impulsó un mercado informal de criaderos que comenzaron a lucrarse sin controles, ofreciendo animales a precios elevados, desinformando a los compradores y poniendo en riesgo la sanidad porcina del país.
En respuesta, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) expidió en 2020 la Resolución 69276, con la cual se establecen los requisitos sanitarios para la producción, comercialización y tenencia de cerdos miniatura en Colombia.
Aunque estos animales suelen tratarse como mascotas, desde el punto de vista sanitario siguen siendo cerdos y, por tanto, susceptibles a enfermedades como la peste porcina clásica (PPC), un virus de control oficial en el país. “La normativa surge de esa necesidad de poder tener un control en materia de sanidad porcina, porque como llegó como ese boom, necesitábamos establecer reglas para no poner en riesgo nuestras producciones comerciales y el estatus sanitario del país”, explicó Claudia Angulo, líder del proyecto porcinos del ICA.
Entre las disposiciones más importantes se encuentran:
- La edad mínima para la comercialización (60 días para los machos y 90 para las hembras).
- La obligatoriedad de registrar los predios donde se crían y mantener actualizados los inventarios.
- El uso de microchips para identificar individualmente a cada animal.
- La aplicación de vacunas específicas para prevenir enfermedades de alto impacto.
Sin embargo, a pesar de la existencia de esta normativa, hasta la fecha no hay criaderos ni comercializadores legalmente registrados ante el ICA. Tampoco existe un conteo oficial sobre cuántos minipigs hay actualmente en el país.
Abandono y negligencia en la tenencia de minipigs:
El desconocimiento sobre los cuidados reales que requiere un minipig ha llevado a varios casos de abandono y maltrato. Muchos de estos animales, adquiridos por moda o engañados por promesas de un “cerdo en miniatura”, terminan en espacios inadecuados, con problemas de salud, sobrepeso y sin atención veterinaria. Algunos incluso son abandonados zonas urbanas cuando sus cuidadores ya no pueden hacerse cargo.
Desde 2017, la fundación MiniOink Colombia ha atendido decenas de casos como estos. Esta organización, pionera en el país en la defensa y protección de los cerdos miniatura, nació justamente para hacer frente a la desinformación que rodea a estos animales. Además de rescatar y rehabilitar a cerdos abandonados, promueven la educación responsable sobre su tenencia. MiniOink insiste en un mensaje claro: los minipigs no son animales para tener en casas o apartamentos. Requieren espacio al aire libre, interacción constante, cuidados veterinarios específicos y una alimentación controlada.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
