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Una escena tierna y espontánea ha emocionado a miles de personas en redes sociales: Doris, una labradora dorada, fue grabada por su dueña mientras dormía en el suelo, aparentemente habiendo cedido su cama a sus peluches favoritos. El video, publicado en TikTok por la cuenta @doristhegoldenlab, ha acumulado más de 311,000 visualizaciones y casi 57,000 “me gusta”, generando una ola de comentarios conmovidos.
En las imágenes se puede ver a Doris recostada junto a su cama rosa y esponjosa, la cual está ocupada por una pila de muñecos de peluche. Sobre el video, un texto describe a Doris como un “alma dulce” que “prefiere dar su cama a sus teddies antes que moverlos”.
Más adelante, la dueña mueve con delicadeza los juguetes a un lado para que la perra pueda acostarse, lo que genera aún más ternura entre los s. En los comentarios, la mujer explicó que Doris tiene cinco camas distribuidas por toda la casa y varias cestas destinadas exclusivamente a sus peluches. “Los lleva consigo de un lado a otro y luego los pone en sus camas”, escribió.
El valor emocional del espacio en los perros
Aunque para muchos esta actitud pueda parecer solo una anécdota adorable, lo cierto es que ceder su espacio de descanso no es algo habitual entre los perros, ya que su cama representa mucho más que un simple lugar para dormir. Según expertos en comportamiento canino, los perros perciben su cama como un territorio seguro, un refugio donde se sienten protegidos y tranquilos. Por eso, cuando un perro comparte o cede ese espacio, especialmente de forma voluntaria, puede estar manifestando un nivel alto de apego emocional hacia aquello o aquellos con quienes lo comparte.
En este caso, el gesto de Doris ha sido interpretado como una expresión de cariño hacia sus juguetes, a los que cuida como si fueran crías. Este comportamiento es más común en razas sensibles o maternales, y también puede deberse a instintos de protección o al deseo de consuelo emocional, especialmente si el perro percibe a los peluches como objetos seguros y reconfortantes.
Según el American Kennel Club, los juguetes de peluche son muy atractivos para los perros porque simulan presas, especialmente cuando tienen sonidos o texturas que pueden desgarrarse. Esta forma de juego activa su instinto de caza y resulta altamente placentera. No obstante, también pueden convertirse en objetos de apego, especialmente si el perro los asocia con momentos tranquilos o los traslada con frecuencia, como hace Doris.
En perros mayores, tímidos o poco activos, los peluches también pueden ofrecer consuelo emocional. Arrastrarlos, cuidarlos o simplemente tenerlos cerca puede servir como una forma de canalizar afecto o incluso aliviar ansiedad.
El video ha generado más de 200 comentarios, muchos de ellos destacando la dulzura del gesto de Doris. “Ella ama más a sus teddies que a sí misma”, escribió un . Otro añadió: “Doris es la mamá perfecta de peluches”. Un tercero comentó entre risas: “Te está diciendo que quiere bebés”.
Más allá del humor y la ternura, la historia de Doris revela la profundidad emocional que pueden alcanzar los perros y cómo sus acciones, aparentemente simples, pueden reflejar conductas complejas, empáticas y conmovedoras.
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