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Antonio Hernández Llamas fue designado como nuevo director del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), entidad encargada de liderar la política pública de protección y bienestar de los animales en Bogotá. Su nombramiento, marca un nuevo rumbo para el Instituto, que en los últimos meses ha estado en el centro de cuestionamientos y controversias.
Hernández Llamas es abogado de la Universidad de los Andes y cuenta con una especialización en Resolución de Conflictos Armados de la misma institución. A lo largo de su trayectoria profesional ha dirigido diversas entidades, programas y proyectos de la istración pública, siempre con un enfoque participativo que busca acercar la institucionalidad a la ciudadanía.
Su experiencia incluye el trabajo con poblaciones vulnerables como comunidades migrantes, jóvenes en riesgo, personas LGBTIQ+, barras de fútbol y grupos étnicos. También ha estado vinculado a causas animalistas desde distintos frentes, tanto institucionales como ciudadanos, trabajando de la mano con organizaciones sociales y ONG.
Desde la dirección del IDPYBA, Hernández Llamas se propone convertir a Bogotá en una ciudad animalista, respetuosa de la vida de todos los seres sintientes. Su objetivo principal será avanzar hacia una cultura ciudadana de protección animal, fortalecer las organizaciones y colectivos que trabajan en este campo, y generar un cambio estructural en la manera en que la ciudad cuida y convive con los animales.
Entre las principales líneas de trabajo de su gestión se encuentran:
- Prevenir el maltrato, abandono y sufrimiento animal.
- Luchar contra los criaderos clandestinos.
- Erradicar el uso de animales en la mendicidad.
- Promover la adopción responsable y el cuidado digno.
- Fomentar la articulación con la academia, organizaciones sociales y comunidad para implementar una política pública inclusiva y sostenible.
Controversias recientes en el IDPYBA
El nombramiento de Hernández llega en un momento crítico para el IDPYBA, tras una serie de escándalos que han generado desconfianza y rechazo por parte de la ciudadanía. Uno de los casos más mediáticos fue el del perro Cosmo, quien fue sometido a eutanasia sin autorización de su dueño luego de ser atendido por la entidad.
El hecho causó indignación y motivó a la Procuraduría General de la Nación a solicitar explicaciones formales al Instituto. Además, la exdirectora Mariana Giordano renunció en medio de cuestionamientos sobre la gestión del caso Cosmo, sumando así otra crisis institucional a la historia reciente del IDPYBA.
A esto se suman denuncias por posibles sobrecostos en la compra de microchips para mascotas. La senadora Andrea Padilla alertó sobre un incremento del 381 % en el valor unitario de los dispositivos, pasando de $4.980 a $23.959 por chip, lo cual habría afectado significativamente el presupuesto destinado a campañas de esterilización y otros programas esenciales.
Una visión integradora y participativa
Hernández Llamas ha expresado que su propuesta se basa en la articulación con la ciudadanía, la academia y las organizaciones protectoras de animales. Según indicó el alcalde mayor Carlos Fernando Galán, se trata de impulsar una gestión que tenga como eje la participación ciudadana y la cultura de protección animal, con una política pública innovadora y sostenible.
“Bogotá debe ser una ciudad donde los animales caminen, naden y vuelen seguros”, expresó Hernández, comprometiéndose a trabajar incansablemente para erradicar cualquier forma de violencia hacia los animales y hacer de la capital colombiana un referente nacional y regional en bienestar animal.
Con este nuevo liderazgo, se espera que el IDPYBA logre no solo mejorar su imagen institucional, sino también consolidar avances sostenibles en la protección de los animales, en un momento en que la ciudadanía exige transparencia, eficiencia y verdadera empatía hacia los seres sintientes.
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