
En la madrugada del 26 de marzo, el Cauca estuvo de nuevo bajo fuego. Cinco municipios sufrieron hostigamientos armados por parte de las disidencias de las Farc en los que, por fortuna, no hubo civiles heridos ni víctimas mortales. Ráfagas de fusil, ataques a estaciones de Policía y bases militares en Santander de Quilichao, Caloto, Caldono, Toribío y Corinto dejaron, sin embargo, un saldo de dos policías heridos.
Este es el más reciente hecho en una escalada violenta que ha vivido el departamento durante los últimos meses, mientras el...

Por Gustavo Montes Arias
