
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En medio de la compleja situación de seguridad y orden público que pasa el departamento del Cauca, donde se han presentado tres ataques con explosivos durante esta Semana Santa, la Tercera División del Ejército logró desactivar una motocicleta bomba y más de 100 kilogramos de explosivos que serían usados por las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco, para perpetrar ataques terroristas.
El operativo de desactivación de artefactos explosivos más grande se dio en la región del Cañón del Micay, compuesta por los municipios de El Tambo, Argelia y López de Micay. Allí las Fuerzas Militares tienen presencia permanente desde el 12 de octubre de 2024, cuando inició la Operación Perseo. Una estrategia del Estado para retomar el control de la seguridad, el orden público y la institucionalidad en la zona.
Allí, tropas de la Brigada Contra el Narcotráfico N. 3 y de la Fuerza de Despliegue Rápido N. 4, con apoyo de equipos de antiexplosivos y desminado, evitaron la detonación de más de 100 kilogramos de explosivos instalados en distintos artefactos improvisados. Esta cifra se suma a la casi media tonelada de explosivos detectados y desactivados por las autoridades entre enero y abril de este año en el departamento del Cauca.
Lea también: La cadena de ataques con explosivos de las disidencias que aterrorizan al país
En la vereda Piagua, del municipio de El Tambo, las autoridades encontraron un cilindro bomba que había sido enterrado en un camino veredal, transitado diariamente por al menos 1.300 personas. Según inteligencia de las Fuerzas Militares, el artefacto estuvo allí oculto durante al menos dos semanas y estaba conectado a un sistema de activación remota de más de 100 metros de distancia. Técnicos antiexplosivos lograron su detonación controlada.
El uso de este tipo de artefactos se ha hecho cada vez más común por parte de las disidencias de las Farc. La misma técnica fue usada por el grupo armado para perpetrar el ataque de la noche del 11 de marzo, en el que cinco soldados de un convoy del Ejército murieron, mientras transitaban por la vía del municipio de Balboa, también en el Cauca. La detonación se dio por una bomba que había sido enterrada en un talud de la carretera.
En la vereda La Ceiba, del corregimiento de El Plateado, el corazón de la Operación Perseo, los uniformados ubicaron y destruyeron de forma controlada otro cilindro cargado con tres minas antipersonal. El artefacto estaba camuflado en una zona de cultivos de uso ilícitos.
Le puede interesar: Los detalles del consejo de seguridad tras atentado terrorista en La Plata (Huila)
“Estos hechos corresponderían a acciones terroristas planeadas por la estructura Carlos Patiño, para continuar sembrando terror y miedo dentro de la población de esta importante región del país”, señaló el Ejército sobre las acciones adelantadas.
Luego, en la mañana de este 19 de abril, las autoridades atendieron un llamado de la comunidad de la vereda Pueblo Viejo, en el municipio de Toribío. Allí, tropas de la Vigésima Novena Brigada adelantaron la décima intervención contra artefactos explosivos en el departamento y desactivaron, con el apoyo de dos perros entrenados y el equipo de Explosivos y Demoliciones, la destrucción controlada de una motocicleta bomba.
El vehículo estaba cargado con 50 libras de explosivos y, según las autoridades, “el artefacto estaba listo para ser utilizado contra la población civil y la fuerza pública”. El Ejército señaló que la capacidad de esa carga podría causar daños indiscriminados a más de una cuadra a la redonda.
Más contenido: Ministro de Defensa desmintió la supuesta muerte de alias Iván Mordisco
“El Ejército Nacional rechaza de manera categórica el uso de estos métodos violentos y cobardes, que constituyen una violación directa a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, y reafirma su compromiso de continuar adelantando operaciones militares contundentes contra los factores de inestabilidad que afectan a los colombianos”, señalaron desde la institución.
Además, hicieron un llamado a las personas para que denuncien cualquier artefacto extraño o sospechoso que se encuentren en la zona, para que las autoridades puedan verificarlos, desactivarlos controladamente y evitar ataques terroristas como los tres que ha vivido el departamento del Cauca durante esta Semana Santa. El más grave en la mañana del 17 de abril, en el corregimiento de Mondomo (Santander de Quilichao), que cobró la vida de una líder indígena y dejó a tres personas más heridas.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
