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Tres diligencias adelantadas por la Policía Nacional en los departamentos de Antioquia, Nariño y Norte de Santander permitieron la captura de tres personas señaladas de pertenecer a una red ilegal dedicada al tráfico de migrantes desde Colombia hacia Centroamérica. Los detenidos estarían relacionados con organizaciones ilegales como el Clan del Golfo.
La operación fue adelantada por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía, en coordinación con el Servicio de Seguridad Diplomática de la Embajada de los Estados Unidos (DSS) y la Fiscalía General de la Nación. Según la investigación adelantada por las autoridades, estos sujetos se dedicaban especialmente a traficar con ciudadanos extranjeros que tenían a Colombia como corredor para llegar a sus países de destino.
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“Se trata de una organización criminal dedicada al tráfico de migrantes, quienes se encargaban de la captación de ciudadanos extranjeros, con el fin de facilitar su tránsito por el territorio colombiano, para pasar ilegalmente a Panamá y otros países de Centroamérica”, detallaron desde la Dijín de la Policía.
Las autoridades lograron establecer que estos sujetos hacían las gestiones necesarias para captar a los migrantes extranjeros que llegaban de forma irregular hasta puntos fronterizos como las ciudades de Cúcuta (Norte de Santander) e Ipiales (Nariño). Allí, a cambio de un pago estipulado, esta organización ilegal se encargaba de pagarles a otros grupos criminales como el Clan del Golfo y el Tren de Aragua para que les permitiera el paso y salida hacia los países de destino.
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Para lograrlo, la red usaba una agencia de viajes como fachada, que tenía sede en la terminal de transportes de Cúcuta. Allí ofrecían servicios de transporte hacia Panamá, a través de dos rutas: una por Capurganá y otra por Acandí (Chocó). El principal destino final: Estados Unidos. Cada servicio tenía un costo de entre 380 y 1.800 dólares por persona.
El expediente de los capturados
Entre los tres capturados, las autoridades destacaron la detención en Cúcuta de una mujer identificada como Mayra Alejandra Ortega Navia, alias “Mayra”; señalada de ser la líder de la red de trata de migrantes. Esta mujer ya había sido capturada en otra oportunidad y estaba bajo la lupa de la justicia por sus nexos con “Los Pepinos”, una organización delincuencial al servicio del Ejército de Liberación Nacional (Eln), encargada de mediar en el tráfico de migrantes y la trata de mujeres enviadas a Europa con fines de explotación sexual.
Los otros dos capturados son Yaneth del Carmen Yama Zamora, quien era la coordinadora de la red en Ipiales, y Rubén Darío Murillo Valencia, alias “Gato”, coordinador en el municipio de Turbo (Antioquia). La organización estaría relacionada también con un accidente ocurrido en enero de 2024, en la vereda Hierba Sal, del corregimiento de Titumates (Unguía, Chocó). Allí, una embarcación que transportaba migrantes naufragó; en el hecho murieron dos menores de edad y un adulto.
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Por medio de su red ilegal, estos sujetos habrían logrado que al menos 18 migrantes extranjeros cruzaran por Colombia y llegaran a Estados Unidos, donde se encuentran de manera irregular. “Dos de estos estarían arrestados por infringir las leyes en ese país y otro más deportado”, estableció la Dijín de Colombia, tras cotejar la información con autoridades estadounidenses.
Un juez de Control de Garantías legalizó las capturas de los tres integrantes de la organización, quienes ya fueron imputados por la Fiscalía y tendrán que responder por su responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de migrantes. Dos de los capturados tendrán medida de aseguramiento preventiva en centro carcelario y una más, por motivos de salud, en su lugar de residencia.
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El tráfico de migrantes es no de los delitos que más ha crecido en los últimos cinco años. Según el informe de seguridad regional de la Federación Nacional de Departamentos (FND), entre 2019 y 2024 este crimen tuvo una variación del 1.800%. También la trata de personas ha estado al alza con una variación del 121% en el mismo lapso. Situaciones como la que se vive en el Tapón del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, lo sustentan. Solo en 2024 cruzaron por allí 400.612 de forma irregular, según datos de la Defensoría del Pueblo.
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