
Vicky Hernández fue asesinada el 28 de junio de 2009 en San Pedro Sula, Honduras. Era toque de queda, en medio de un golpe de Estado que llenó las calles con militares y excedió su fuerza. Ella estaba en la vía pública, junto a dos amigas, cuando una patrulla de policía habría intentado arrestarlas obligándoles a correr. Al día siguiente Vicky fue hallada sin vida con heridas por arma de fuego. Doce años después de su homicidio nadie sabe quién la mató y el caso permanece impune.

Por Pilar Cuartas Rodríguez
