
Agustín de Hipona nació en una provincia del Imperio romano en el norte de África en el año 354, cuando el cristianismo todavía era una comunidad minoritaria y perseguida. Cuando era un joven incrédulo, impetuoso y entregado a los placeres mundanos, en Roma tuvo lugar un evento que cambió el rumbo de la historia del mundo: en el año 380, el emperador Teodosio declaró al cristianismo la religión oficial del Imperio. Este pecador convertido a la fe no pudo haber imaginado que sus ideas y creencias serían fundamentales en un prolongado e...

Por Mauricio Nieto Olarte
