
Más allá de que el año cero no existió como tal, pues por aquellos tiempos ni siquiera se había inventado el cero y los cristianos ni siquiera se habían agrupado, las denominaciones de “Anno domini”, el año de Nuestro Señor, según las cuales la historia se dividía en un antes y un después de Cristo, colaboraron en la expansión del cristianismo y la unión de miles de hombres y mujeres en torno al nombre y la figura de Jesús. La primera vez que se utilizó el d.C. fue en la “Historia eclesiástica de la nación inglesa”, de Beda el Venerable, un...

Por Fernando Araújo Vélez
