
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El 12 de agosto de 1955, en la ciudad suiza de Zúrich, murió Thomas Mann, una de las figuras más destacadas de la literatura del siglo XX. Tenía 80 años y hasta el final conservó la mirada con la que había escrutado los grandes dilemas del alma burguesa, el conflicto entre el arte y la vida, y las contradicciones de la modernidad.
Poco antes de morir, aún era capaz de conversar. Quienes lo visitaron recuerdan su serenidad. Para un hombre que había escrito: “La muerte es el enigma central del espíritu humano”, no resultaba extraño que la enfrentara sin dramatismos. Su vida, desde siempre, había estado marcada por una tensión entre la gravedad y la belleza. En un ensayo escribió: “El anhelo es una fuerza gigantesca, pero la posesión enerva”, una frase que parecía también una forma de mirar su destino final: lo buscado es siempre más potente que lo conseguido.
Mann había elegido vivir en Suiza tras abandonar Alemania en los años treinta, en abierto rechazo al nazismo. Luego de un exilio en Estados Unidos, donde escribió buena parte de su obra tardía, volvió a Europa y se instaló en Zúrich. Desde allí contemplaba con distancia, pero con compromiso, los vaivenes de la política y la cultura europea. Su muerte fue recibida con pesar en Alemania, donde no siempre había sido comprendido. Incluso su elección de un alemán clásico, pulcro y erudito le valió reproches en un tiempo marcado por las rupturas de estilo.
“El escritor debe ser el historiador de su tiempo y el analista de su propia alma”, dijo alguna vez. Su obra –fue testimonio del paso del tiempo, del idioma y de la memoria de la cultura.
- “La belleza, como el dolor, hace sufrir”.
- “Un alma sin cuerpo es tan inhumana y espantosa como un cuerpo sin alma. Por cierto, lo primero es una rara excepción y lo segundo es el pan nuestro de cada día”.
- “La verdad siempre encuentra su camino hacia la luz”.
- “La verdadera sabiduría radica en reconocer nuestras propias limitaciones”.
- “La bondad es la mejor manera de luchar contra el mal”.
- “La belleza se encuentra en los ojos de quien la observa”.
- “La soledad hace madurar lo original, lo audaz e inquietantemente bello, el poema. Pero también engendra lo erróneo, desproporcionado, absurdo e ilícito”.
- “El éxito no se mide en riquezas materiales, sino en felicidad y plenitud”.
- “La imaginación es el motor de la creatividad y la innovación”.
- “La belleza de la naturaleza nos conecta con nuestra esencia más pura”.
- “La pasión por la vida es lo que nos impulsa a seguir adelante”.
- “La valentía es el antídoto contra el miedo y la duda”.
- “La desdicha puede proporcionarnos una ocasión inesperada para conocer la vida”
