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Entre la red de Tigo y los s que habían migrado a otros operadores, la comunicación quedó suspendida en un limbo digital. Y fue lo suficientemente grave como para que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) impusiera una multa ejemplar: $2.030 millones a la empresa Tigo por violar el principio de neutralidad en el enrutamiento de llamadas hacia y desde números portados. Es decir, por discriminar, de forma sistemática, la conectividad de s que habían decidido cambiarse de operador.
Fue una omisión estructural, ya que es el derecho del a elegir libremente su operador, sin miedo a quedarse incomunicado.
La portabilidad numérica —implementada en Colombia en 2011— garantiza que cualquier ciudadano pueda cambiar de operador sin perder su número.
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🚨 La SIC multó a Tigo con $2.030 millones por incumplir la obligación de enrutar sin discriminación las llamadas hacia y desde números portados de esa compañía, afectando el derecho de los s a elegir libremente un operador. 📵📶 #sanción #tigo pic.twitter.com/4kkHOKiFvP
— Superintendencia de Industria y Comercio 🇨🇴 (@sicsuper) May 13, 2025
En el caso de Tigo, la SIC descubrió que ese flujo estaba siendo obstruido. ¿Cómo? A través de la omisión deliberada o sistemática en la actualización de las bases de datos de números portados. Como resultado, las llamadas que debían llegar a s que habían migrado a otro operador simplemente se perdían en el trayecto.
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La denuncia no vino únicamente de s que, sin entender por qué, dejaron de recibir llamadas de sus familiares, clientes o colegas. También llegó de uno de sus principales competidores, Claro, que detectó fallas reiteradas en el tráfico de voz desde Tigo hacia sus números portados.
A partir de esos reportes, la Dirección de Investigaciones de la SIC formuló un pliego de cargos y, tras un análisis técnico, concluyó que existían “fallas de enrutamiento” atribuibles a una conducta empresarial negligente.
Este principio se vuelve aún más relevante si se considera el contexto: en Colombia, solo tres empresas —Claro, Movistar y Tigo— concentran cerca de 90 % del mercado de telecomunicaciones móviles.
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