
Nayibe Arenas es de esas personas que capturan la atención no solo por lo que hace, sino por cómo lo hace. Aunque es bogotana y orgullosa de sus raíces, no niega que su acento capitalino, en ocasiones, se mezcla con matices de diferentes regiones al estar en comunión con atletas de todo el país.
A sus 36 años, su vida se teje entre su dedicación al deporte paralímpico y los cuidados que brinda a sus tres gatos, uno de los cuales, como ella misma menciona con una sonrisa irónica, “perdió el poder muscular en una pata”. Esta anécdota refleja su...
