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El nombre de Luis Díaz vuelve a sonar en los pasillos del Camp Nou. Y no es un simple rumor. En medio del silencio habitual con el que Barcelona maneja sus movimientos de mercado, el director deportivo Deco dejó caer una frase que avivó las especulaciones: “Nos gusta Luis Díaz”. No dijo más. Pero a veces, en el fútbol, con eso basta.
La declaración, aunque matizada por el clásico “hay muchos jugadores que nos gustan”, dejó claro que el extremo colombiano está en el radar culé. Eso sí, el mismo Deco fue enfático en no hablar de fichajes puntuales. “Hablar de jugadores con contrato es complicado”, explicó, apelando al respeto institucional. El subtexto, sin embargo, fue evidente: Díaz está en la lista de potenciales refuerzos.
En Liverpool, la insinuación no pasó desapercibida. Arne Slot, técnico del equipo inglés, respondió con una mezcla de humor e intención. Cuando le preguntaron por el interés del Barca, soltó una ironía con precisión quirúrgica: “Yo también iro a Lamine Yamal y Raphinha”. Y agregó, con tono más serio, que comprende por qué Deco ira a Díaz. “Está teniendo una gran temporada”, remarcó el neerlandés.
El trasfondo es claro: Barcelona quiere reforzar su ataque de cara a la temporada 2025/26, pero prioriza la estabilidad de su plantilla actual. Mientras tanto, Díaz tiene contrato vigente en Anfield hasta mediados de 2027. Su salida no sería sencilla, ni barata.
¿Es real la posibilidad de un traspaso? Por ahora, parece más una expresión de deseo que una negociación concreta. Pero cuando un club como el Barcelona expresa interés —aunque sea con medias palabras— sacude el mercado.
Luis Díaz sigue enfocado en su presente en Liverpool, donde es figura. Pero su futuro, como suele pasar con los cracks, podría cambiar con una llamada. Y esa llamada, desde Cataluña, ya empieza a sonar.
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