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Cerca de un centenar de hinchas de Millonarios protestaron este lunes frente a las oficinas istrativas del club, al norte de Bogotá. Los aficionados, molestos por el rendimiento del equipo y la gestión de las directivas, exigen cambios en busca de un proyecto competitivo a nivel nacional e internacional.
El plantón fue convocado a través de redes sociales y contó con la presencia de referentes de la hinchada. Jorge Luis Lizcano, conocido como Moneda y exlíder de la barra Comandos Azules, expresó para El Espectador:
“A los directivos se les pide títulos, se les pide ser campeón, una buena presentación internacional, se les pide buenas contrataciones, se les pide sentido de pertenencia, se les pide un poquito de respeto por el hincha de Millos”.
A pesar del sol y la lluvia, los hinchas se mantuvieron firmes en su protesta pacífica. Con camisetas azules, pancartas y cantos, hicieron sentir su descontento.
No era una protesta cualquiera. Para muchos, el plantón representó la acumulación de años de frustración, de temporadas en las que el equipo ha estado cerca, pero sin dar el salto definitivo hacia grandes retos deportivos, como en sus grandes épocas.
Inconformismo en el estadio y en las calles
El 16 de marzo de 2011, la hinchada de Millonarios salvó al equipo de la desaparición al inscribir más de 5.000 socios y permitir la creación de Azul y Blanco S. A. Ese día quedó marcado como el Día del Hincha de Millonarios, un símbolo de resistencia y amor incondicional. Sin embargo, 14 años después, el sentimiento predominante es la frustración.
El domingo, durante el partido contra Águilas Doradas en El Campín, la tribuna reflejó este malestar con cantos de protesta, pancartas y abucheos. Aunque la victoria dio un respiro momentáneo, la tensión se mantuvo. El momento más acalorado llegó cuando David González decidió sustituir a Leonardo Castro en el segundo tiempo. La afición respondió con un estruendoso abucheo y el delantero, visiblemente molesto, pateó el banco al salir.
Los mensajes en las gradas fueron contundentes: “Jueguen como cobran” y “Los directivos deberían pagar por ver a esta hinchada” fueron algunos de los trapos desplegados. Al final del partido, cuando el equipo se dirigió a los camerinos, los reclamos se intensificaron, especialmente contra el cuerpo técnico y la dirigencia.
Una crisis que trasciende lo futbolístico
A pesar de la victoria, que dejó a Millonarios con 16 puntos y dentro del grupo de los ocho en la Liga BetPlay 2025, el equipo sigue sin convencer. El descontento de la afición no se limita a los resultados recientes. La eliminación en la fase previa de la Copa Sudamericana, la falta de refuerzos de peso y la salida de Alberto Gamero sin una transición clara han sido detonantes de la crisis. La sensación general es que el proyecto deportivo está estancado y que la dirigencia prioriza lo económico sobre lo futbolístico.
Con una nómina corta, lesiones recurrentes y sin fichajes de jerarquía, el desgaste físico y mental del plantel es evidente. La salida de Gamero dejó un vacío que David González no ha logrado llenar. Más allá de lo táctico, Millonarios luce sin liderazgo y con varias de sus figuras en bajo nivel.
Ahora, con dos clásicos consecutivos contra Independiente Santa Fe en el horizonte (22 y 26 de marzo), el equipo está bajo presión. Mientras los jugadores buscan mejorar en la cancha, los hinchas siguen exigiendo respeto y compromiso por parte de la dirigencia.
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