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Nawar Jiménez, reconocida lideresa trans, fue asesinada este jueves 22 de mayo en El Carmen de Bolívar, departamento de Bolívar. Tenía 43 años, era activista por los derechos de personas LGBTIQ+, defensora de víctimas del conflicto armado y trabajadora sexual. Su cuerpo fue hallado boca abajo en una cuneta en la rotonda que conecta ese municipio con San Jacinto.
Jiménez hacía parte del sujeto de reparación colectiva LGBTIQ+ de El Carmen, y acompañaba a víctimas de violencia por orientación sexual e identidad de género. También integraba la organización Caribe Afirmativo y participaba en los espacios de memoria, exigencia de justicia y procesos de sanación comunitaria impulsados desde la Casa de Paz de ese colectivo.
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“Hoy registramos el asesinato de una mujer valiente que convirtió el dolor en lucha y en dignidad compartida. Nos duele profundamente. Nos indigna. Nos quiebra”, denunció Caribe Afirmativo en un comunicado.
La Unidad para las Víctimas también lamentó el asesinato y afirmó que “su transfeminicidio constituye una grave vulneración a su integridad, pero también a los procesos comunitarios de memoria, justicia y reparación”.
Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia también condenó el hecho. “Este crimen evidencia los riesgos que enfrentan las personas trans en el país”, expresó en su cuenta de X. Además, hizo un llamado al Estado a investigar todas las hipótesis, juzgar y sancionar a los responsables.
El asesinato de Jiménez ocurrió el mismo día en que se cumplían dos años del crimen de Dania Sharith Polo, también conocida como La Pola, otra lideresa trans del mismo colectivo que fue víctima de un atentado en abril de 2023.
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“¿Hasta cuándo la historia repetida?”, cuestionó Caribe Afirmativo, que reportó también el asesinato de otras dos mujeres del colectivo LGBTIQ+ el pasado 18 de mayo en La Unión, Valle del Cauca.
Además, mencionaron que Nawar es la persona número 43 LGBTIQ+ asesinada en Colombia en lo que va de 2025. “Cuarenta y tres vidas extinguidas en menos de cinco meses. Cuarenta y tres razones para gritar que estamos en medio de una emergencia nacional por violencia de prejuicio”, agregó la organización. Y también, Indepaz reportó que con este crimen se eleva a 66 el número de líderes sociales asesinados este año.
Jiménez había sido desplazada por la guerra y sufrió exclusión en salud, violencia policial y amenazas constantes. Aun así, mantenía su voz firme en espacios de denuncia y organización social. “No era solo una participante: era una de las lideresas que tejía comunidad, que ayudaba a sostener la esperanza en medio del dolor, que insistía en que las personas trans, racializadas, empobrecidas, desplazadas por la guerra, también teníamos derecho a una vida digna”, aseguraron también.
“Hoy no solo nos mataron a una hermana: nos arrancaron una voz imprescindible. Pero vamos a seguir. Por Nawar. Por La Pola. Por todas las que nos faltan”, concluyeron en el comunicado.