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Comunidad internacional pide a Gobierno reactivar diálogo con bandas de Chocó ante violencia

La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP-OEA) le hizo un llamada urgente al Ejecutivo tras la escalda de violencia en Quibdó. Proceso lleva dos semanas sin jefe negociador tras la salida de Barbara Rentería y antes de David Racero.

Redacción Colombia +20
30 de mayo de 2025 - 06:10 p. m.
En el espacio de diálogo sociojurídico de Quibdó, el Gobierno Petro dialoga con tres bandas criminales: Locos Yam, RPS y Mexicanos.
En el espacio de diálogo sociojurídico de Quibdó, el Gobierno Petro dialoga con tres bandas criminales: Locos Yam, RPS y Mexicanos.
Foto: Archivo Particular
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La escalada de violencia urbana en Quibdó volvió a encender las alarmas sobre los riesgos del proceso de diálogo que el gobierno de Gustavo Petro sostiene con estructuras armadas de ese departamento.

El llamado esta vez vino de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP-OEA), que expresó su “profunda preocupación” por el deterioro de la seguridad en la ciudad y urgió al Ejecutivo a “reactivar” el espacio de diálogo que lleva con las bandas criminales.

“Instamos al Gobierno Nacional a implementar medidas integrales de protección, a que se fortalezca la presencia institucional en el territorio y a que se reactive de manera urgente el Espacio de Coordinación Sociojurídico (ESCJ), como herramienta clave para la construcción de paz”, dice el comunicado.

Quibdó se ha convertido en uno de los puntos más críticos de esta estrategia. La capital chocoana sufre una combinación letal: presencia de múltiples actores ilegales, disputas territoriales en entornos urbanos y un aparato institucional debilitado.

Pese a que el Gobierno ha incluido a Chocó dentro de su política de “paz total”, el diálogo con bandas locales ha venido atravesando una situación difícil que ha puesto en riesgo las garantías de seguridad para la población.

El proceso de diálogo no ha acabado, pero sí está en una suerte de suspensión. Las principales bandas criminales en Quibdó siguen sin una tregua formal en el espacio de diálogo luego de que el pasado 31 de marzo se venciera la medida entre Los Mexicanos, Locos Yam, RPS, Los Z y Revolución Cabí.

La tregua entre las cinco estructuras alcanzó a estar vigente durante tres meses, sin embargo, tras la no extensión de la medida, las bandas anunciaron que aunque no se llegó a un pacto formal, mantendrían en firme la tregua entre los grupos. Además, han hecho una especie de alianza para frenar al Clan del Golfo que ha consolidado una presencia en el territorio.

La presencia del Clan del Golfo en el Chocó -autodenominado como Ejército Gaitanista de Colombia- ha crecido de manera sostenida durante los últimos años, consolidándose como una de las principales amenazas para la seguridad en el departamento.

Ese grupo armado, el más grande que tiene Colombia ha logrado expandir su control territorial en zonas rurales y urbanas, aprovechando la débil presencia estatal, las rutas de narcotráfico y la fragmentación de otros grupos armados. En Quibdó, su avance se ha traducido en extorsiones sistemáticas, amenazas a líderes sociales, confinamientos y enfrentamientos urbanos que ponen en riesgo a la población civil.

Aunque en algunos momentos ha emitido comunicados manifestando voluntad de diálogo -de hecho, está en un proceso exploratorio con el Gobierno-, en la práctica el Clan del Golfo combina gestos políticos con una ofensiva armada constante, lo que socava la confianza de las comunidades y bloquea cualquier avance institucional. Su presencia en el Chocó se ha convertido en un obstáculo clave para la “paz total” del gobierno Petro.

Además: Las dudas de seguridad en Zonas de Ubicación con disidencias en Catatumbo, Nariño y Putumayo

El proceso está sin jefe negociador

A eso se suma que hace dos semanas, Brenda Rentería, quien el pasado 19 de marzo de 2025 fue nombrada como jefe de la delegación por parte del Gobierno en el espacio de diálogo sociojurídico, renunció a ese cargo.

Es el segundo cambio en el equipo negociador en menos de dos meses tras la salida del representante a la Cámara, David Racero, quien pasó a ser parte de la delegación, junto con el exsenador Luis Evelis Andrade.

“LA MAPP-OEA expresa su profunda preocupación por el recrudecimiento de la violencia y el grave deterioro de la situación de la seguridad en la ciudad de Quibdó, Chocó, evidenciados en el avance, a plena luz del día, de grupos armados, su crecimiento, y en el aumento de enfrentamientos entre estructuras ilegales, la fragmentación de actores armados y sus disputas por el control territorial”, dijo la organización que acompaña estos diálogos.

La MAPP/OEA también denunció amenazas contra servidores públicos en el departamento, lo que refleja una situación de debilitamiento de la institucionalidad local y pone en riesgo no solo a funcionarios sino a cualquier actor que intente intermediar en procesos de paz urbana.

“Hacemos un llamado a las autoridades competentes del nivel nacional y territorial para que se garanticen las condiciones de seguridad para las comunidades y autoridades locales, y en especial, se rechace categóricamente cualquier tipo de amenaza contra servidoras y servidores públicos”, puntualiza.

El llamado de la misión internacional coincide con una creciente preocupación de organizaciones sociales, que ven con escepticismo los anuncios del Gobierno sobre “paz total”, mientras territorios urbanos como Quibdó, Buenaventura o Barrancabermeja siguen sometidos a dinámicas de extorsión, confinamiento y control armado.

A pesar de los riesgos, el gobierno insiste en que el diálogo urbano es necesario para desmontar estructuras criminales que por años han sembrado el miedo en ciudades como Quibdó, Buenaventura y Medellín/Valle de Aburrá. Pero la falta de resultados visibles, el deterioro de la seguridad y el silencio institucional están debilitando la credibilidad del proceso.

En otras noticias: “Uno no entrega armas para ir a la cárcel”: jefe de disidencia que se concentrará en Nariño

Además, sin institucionalidad fuerte, sin mecanismos activos de control y sin resultados visibles, la promesa de una “paz total” urbana corre el riesgo de diluirse entre balaceras, extorsiones y desconfianza.La paz urbana, como advierte la MAPP/OEA, no puede construirse sin presencia ni voluntad real.

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luz vargas(72468)30 de mayo de 2025 - 11:52 p. m.
A este pseudo presidente la importa un bledo que las bandas delincuenciales Se tomen el país, él los apoya porque ese es el ejército que necesita para declararse dictador de Colombia, y ¿cuándo se había visto que un presidente dejara este país en manos de los asesinos y le diera asilo político a los delincuentes?
  • Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)31 de mayo de 2025 - 02:34 a. m.
    Este tipo es bien bobo. Uribestia promedio
Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)30 de mayo de 2025 - 09:04 p. m.
Esto serà ininteligible para los uribistas que sólo viven del maltrato a la sociedad civil
Mauricio(24609)30 de mayo de 2025 - 06:52 p. m.
Quién es la “ comunidad internacional?”. Estamos cansados de tantos tan dialoga dores y el orden público caótico
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