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Los 11 ataúdes fueron arropados con la bandera de Ecuador. En medio de una desfile de rostros de dolor, los cuerpos de los militares asesinados desfilaron sobre los hombros de de las Fuerzas Armadas de ese país hasta llegar a la Escuela Militar Eloy Alfaro, en Quito.
Allí se les rindió un último homenaje a los uniformados que, según las versiones preliminares, habrían sido asesinados en una emboscada de los Comandos de Frontera, un grupo armado colombiano que opera en la zona limítrofe y está vinculado con actividades de narcotráfico y minería ilegal.
A 400 kilómetros de la capital ecuatoriana, en la región el Alto Punino, donde ocurrieron los hechos, las autoridades siguen tras las pistas de lo sucedido. Aunque los Comandos negaron su responsabilidad a través de un comunicado oficial, tanto el ministro de Defensa de ese país, Gian Carlo Loffredo, como su homólogo colombiano, Pedro Arnulfo Sánchez, señalan a esta estructura como responsable de la masacre de los 11 militares.
Se trata del grupo ilegal liderado por Giovanny Andrés Rojas (Araña), quien fue capturado en febrero de este año, en medio de un ciclo de diálogos en el marco del proceso de paz que el Gobierno Petro mantiene con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (estructura a la que están adscritos los comandos).
De confirmarse su autoría, las repercusiones irían mucho más allá de la mesa de diálogos de paz, y serían un grave golpe a las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Daniel Noboa, que estaban tensas desde el mes pasado, cuando el mandatario colombiano se negó a reconocer la victoria de Noboa en las elecciones presidenciales de Ecuador.
¿Quiénes son los Comandos de Frontera y cuál es su rol en el crimen organizado que se mueve por el corredor de la Amazonía?
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El origen de los Comandos de Frontera
Hacia 2017, pocos meses después de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC, en el departamento del Putumayo empezó a correr la voz de que un nuevo grupo ilegal buscaba el dominio del territorio. Con el tiempo, entre los líderes de la estructura empezaron a verse caras conocidas en la región: antiguos de los frentes 32 y 48 de la extinta guerrilla que se rearmaron y se asociaron con exintegrantes de La Constru, un grupo criminal surgido tras la desmovilización de los paramilitares de las AUC.
Esa unión, bautizada como Comandos de la Frontera, se empezó a presentar como una disidencia de las FARC y logró el control de gran parte del Putumayo (departamento con más de 50.000 hectáreas de cultivos de coca y que comparte una amplia frontera con Ecuador y Perú), y de puntos estratégicos en Caquetá, Amazonas, Nariño y la bota caucana.
Contexto: ¿Quién es Giovanny Andrés Rojas, Araña, jefe de los Comandos de Frontera?
Los informes de inteligencia calculan que esta estructura tendría entre 700 y 1.000 integrantes, quienes (a diferencia de otras estructuras de origen insurgente) reciben salarios, como reconoció ‘Araña’ en marzo de 2023, durante una entrevista con Colombia+20.
La disputa por el corredor de la Amazonía
Según Elizabeth Dickinson, investigadora del International Crisis Group, los Comandos de Frontera son uno de los grupos que están peleándose el dominio del corredor de economías ilegales de la Amazonía.
“En el mercado de renta de drogas, a las disidencias les ha quedado difícil insertarse por la Costa Pacífica y Atlántica, debido al control de los gaitanistas (Clan del Golfo). Por eso, la ruta que les queda para vender es por la Amazonía, en alianza con grupos brasileros. Es una de las rutas más disputadas, al no estar dominada por alguien, y ahí se ha visto mucha presión de los Comandos de Frontera. Luego de los combates con la disidencia de Calarcá por el río Caquetá, los Comandos se han bajado hacia el río Napo, para tener mayor a la frontera con Ecuador”, explica la investigadora.
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Dickinson enfatiza que aún no hay suficiente información para asegurar que los Comandos sean los autores del asesinato de los 11 militares. Sin embargo, explica, está documentado que tienen presencia del otro lado de la frontera (en territorio ecuatoriano y peruano), y que serían “un grupo central en la entrega de cocaína a grupos ecuatorianos desde Putumayo y Nariño”.
El impacto en la mesa de diálogos de paz
En conversación con Colombia+20, Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno Petro con la Coordinadora Ejército Bolivariano, aseguró que, pese a las declaraciones de los Comandos negando su responsabilidad, “no se les puede dar completa credibilidad” considerando que aún faltan claridades en el caso.
Por ahora, adelantó el negociador, el Gobierno Petro decidió aplazar la reunión que tenía programada para este martes en el marco de los diálogos de paz.
“Queremos hacer consultas con el consejero comisionado de paz, Otty Patiño, para definir los pasos a seguir. Por ahora, insistimos en nuestro repudio a este hecho y nuestra solidaridad con las familias y las fuerzas militares ecuatorianas”, aseguró Novoa.
Los señalamientos a los Comandos de Frontera se dan en un punto clave de la negociación. Hace pocos meses, las delegaciones de paz anunciaron la voluntad del grupo para desmovilizarse y permitir la implementación de un proyecto de sustitución de cultivos de hoja de coca en al menos 15.000 hectáreas.
De las verificaciones que las autoridades ecuatorianas hagan en los próximos días dependerá, en buena medida, el futuro de este tablero de diálogos de paz.
