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Las calles de varios municipios de Córdoba, Bolívar y Sucre quedaron desiertas antes del anochecer de este sábado, 5 de abril. En la región circuló información que advertía de un paro armado de tres días ordenado por el Clan del Golfo (o EGC) tras el asesinato de uno de sus cabecillas de mayor peso: José Miguel Demoya Hernández (Chirimoya).
Demoya fue abatido por la Policía Nacional en un operativo junto a la DEA realizado en La Apartada, Córdoba. Era miembro del Estado Mayor del Clan y llevaba más de 20 años vinculado a actividades criminales. Se le consideraba uno de los hombres más cercanos a Jobanis Ávila Villadiego (Chiquito Malo), jefe de ese grupo ilegal, el más poderoso de Colombia.
Aunque fuentes en el territorio aseguraron que aún no hay una comunicación formal de paro armado, el Clan del Golfo habría exigido el cierre de todos los establecimientos nocturnos. “Acá igual parece toque de queda. Todo el mundo se encerró”, aseguró una persona de la región.
En distintas alertas tempranas, la Defensoría del Pueblo ha puesto de relieve los riesgos asociados al alto nivel de control territorial y violencia de esta estructura en la región Caribe. Por eso, la tensión tras la muerte de Chirimoya elevó la preocupación en este territorio.
“El silencio es abrumador, las calles vacías da cuenta del miedo y el terror que desde anoche confinan a quienes habitamos la región. Este tipo de acciones dejan en evidencia que son los grupos ilegales los que dominan el territorio. ¿Dónde está el Estado?”, cuestionó un defensor de derechos humanos, cuyo nombre omitimos por razones de seguridad.
Ya hay víctimas
Este domingo, medios locales reportaron el homicidio de al menos una persona. El hecho se habría registrado en Betulia (Sucre), donde un hombre fue asesinado en un establecimiento comercial.
La zozobra crece en la región del golfo de Morrosquillo, Montes de María, las sabanas y Sincelejo, donde opera la estructura Aristides Mesa Paez del Clan del Golfo, que estaba bajo la comandancia de Chirimoya.
¿Quién era el cabecilla abatido?
José Miguel Demoya Hernández acumulaba una trayectoria criminal de más de 21 años y era considerado el principal lugarteniente de Chiquito Malo, encargado de liderar la expansión del Clan en distintas regiones del país.
Contra Chirimoya, como se le conocía, había al menos cinco órdenes de captura por los delitos de homicidio, extorsión y narcotráfico. Además, era requerido en extradición por las autoridades de Estados Unidos.
Además, como miembro del Estado Mayor, Demoya Hernández estuvo hace algunas meses en una reunión con Álvaro Jiménez, delegado del Gobierno Petro, para intentar abrir un proceso de paz entre el Ejecutivo y el Clan del Golfo.
En contexto: Así fue la reunión del Gobierno y Clan del Golfo en la que estuvo ‘Chiquito Malo’
El presidente Gustavo Petro, al informar de la muerte de Chirimoya, resaltó que el Clan del Golfo “tiene como prioridad el narcotráfico, la trata de migrantes en el Darién, ya muy reducida, y la extorsión generalizada en el Caribe colombiano”.