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Dos personas fueron capturadas en el Aeropuerto José María Córdova, ubicado en Rionegro, Antioquia, transportando ilegalmente a seis primates fuera del país. Dos de los animales murieron debido a las condiciones a las que fueron sometidos por parte de sus captores.
Según informó la Corporación Autónoma Regional de los ríos Negro y Nare (Cornare), los animales fueron encontrados sedados y ocultos en las partes íntimas de estas personas. Los cuatro individuos que sobrevivieron fueron trasladados en condiciones críticas al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) de la corporación.
“El rescate de estos individuos fue posible gracias a la rápida reacción de la Policía Ambiental, la Unidad Antinarcóticos y el personal del aeropuerto, quienes detectaron la situación y activaron la ruta de atención con Cornare para lograr el traslado inmediato de los primates y brindarles asistencia especializada”, informó la entidad en un comunicado.
Se trata de dos monos cariblancos (Cebus sp.) y cuatro titíes piel roja (Oedipomidas oedipus). Los primates tienen alrededor de dos meses de edad y, según los profesionales de Cornare, se encontraban deshidratados y con indicios de malnutrición. Además, presentaban lesiones en la piel y un alto nivel de estrés.
“Los responsables habían introducido a los animales en bolsas de tela dentro de su ropa interior para intentar evadir los controles aeroportuarios”, dijo Cornare en el comunicado.
El tití de piel roja, una de las especies recuperadas, es un primate que solo puede encontrarse en Colombia y está clasificada como especie en peligro crítico de extinción. El mono cariblanco tiene una distribución más amplia, pero está clasificada como especie en peligro de extinción.
“Este caso evidencia el extremo al que llegan los traficantes para movilizar especies silvestres. Para capturar crías tan pequeñas, es común que asesine a los padres, interrumpiendo el desarrollo natural de los grupos y afectando de manera directa la supervivencia de especies que ya están amenazadas”, explicó Javier Valencia, director general de la entidad.
Los individuos recuperados se encuentran bajo la custodia del equipo profesional de Cornare. Tras su recuperación, se espera que puedan iniciar proceso de rehabilitación.
Los capturados, de acuerdo con la corporación, quedaron a disposición de la Fiscalía y deberán responder por los delitos de maltrato animal, tráfico de fauna silvestre y aprovechamiento ilícito de los recursos naturales.
“Cornare agradece la coordinación interinstitucional que hizo posible la incautación y reitera su rechazo absoluto al tráfico ilegal de fauna silvestre, una de las principales amenazas para la conservación de las especies en el país”, indicaron en el comunicado.
Además, hicieron un llamado a las personas a denunciar los casos de tráfico o tenencia ilegal de especies silvestres.
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