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Se puede decir con cierta seguridad que la región Caribe está, desde hace décadas, asociada con el turismo. Las imágenes de playas, calor y relajación, o sitios como el centro histórico de Cartagena (Bolívar) o la Sierra Nevada de Santa Marta, han marcado la forma y el imaginario de cómo muchos colombianos y visitantes extranjeros viven las experiencias turísticas en Colombia. El problema es que estas actividades no siempre se han hecho de manera responsable, ni han asegurado beneficios para las comunidades locales que viven en la zona.
“En sectores de la Sierra Nevada se realizan actividades turísticas que han saturado la zona y están afectando los ecosistemas que, precisamente por sus atractivos, atraen a las personas. El problema reside en que estos proyectos no se han hecho desde las comunidades y las personas que habitan el territorio”, cuenta Luis Urueña, director de Fundación BioHerencia, enfocada en el desarrollo de proyectos sostenibles a nivel nacional.
Por esta razón, en el país cada vez más se habla de proyectos de turismo comunitario y sostenible, en un esfuerzo por abordar cómo las decisiones individuales, incluso en temas de ocio, tienen repercusiones a largo plazo en el planeta, en particular en un contexto de crisis climática y ambiental. Y, a la vez, cómo estás pueden convertirse en un motor de cambio social y territorial.
Con esto en mente, un grupo de emprendimientos, de la mano de la cooperación internacional de la Unión Europea, ha buscado darle un vuelco a las propuestas turísticas de la región, o al menos, hacer más accesibles experiencias diferentes en el Caribe. Esta apuesta se ha gestado, en particular, en la zona occidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, en los corregimientos de San Pedro de la Sierra (Ciénaga) y Santa Clara (Fundación), donde una serie de emprendimientos turísticos han consolidado dos rutas turísticas sostenibles que buscan generar un impacto positivo en su entorno, conservar las tradiciones y la economía social.
Se trata de una propuesta apoyada y consolidada en los últimos años por el proyecto Paisajes Sostenibles – Herencia Colombia, que es coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiado por la Unión Europea, con el objetivo de consolidar nuevas formas de hacer turismo y al tiempo contribuir a la gobernanza local de estas comunidades.
Como explica Claudia Vasco, representante del operador turístico Serranos Travel de San Pedro de la Sierra, vinculada a una de estas rutas, el turismo le ha permitido volver a sus raíces y a su comunidad. “Con mi esposo estábamos antes en Cali (Valle del Cauca), trabajando en el sector empresarial, pero un día decidimos volver a nuestro pueblo natal y crear una empresa para mostrar nuestra naturaleza y ese lado de la Sierra que no todos conocen”, relata.
Junto con su esposo, Vasco ofrece un servicio de hotel de bienestar y de espacio de co-working rural para personas interesadas en trabajar o descansar en ambientes tranquilos y naturales, ante los paisajes imponentes del lado ‘colono’ de la Sierra.
“Lo que se ha creado con estos proyectos es realmente muy interesante porque el producto que se vende son experiencias culturales, ambientales y en ocasiones agro culturales, es decir, la oportunidad de vivir los modos de vida de las comunidades locales, y eso lo que hace es fortalecer lo local y, sobre todo, darle un valor ante el mundo”, explica Martín Gaona, experto en Iniciativas Económicas Sostenibles en FAO Colombia.
Recientemente, en la Vitrina Comercial de ANATO (Asociación Colombiana de Agencia de Viajes y Turismo), uno de los principales eventos del sector turístico en Colombia, estas redes de emprendimientos comunitaria lograron cerrar acuerdos comerciales con grandes agencias y promotores de turismo para la venta de sus paquetes turísticos que ofrecen experiencias en esta zona del país.
En contexto: Paisajes Sostenibles-Herencia Colombia, el proyecto que está potenciando el turismo comunitario.
Entre estas se encuentran propuestas de senderismo familiar, avistamiento de aves, experiencias de bienestar, intercambio cultural, memoria histórica, catas de café orgánico de la Sierra, apiarios, recorridos por la Ciénaga Grande de Santa Marta, entre otras actividades turísticas que empiezan a consolidarse luego de un proceso de acompañamiento y estructuración de estos proyectos que se ha fraguado durante los últimos meses.
Las mentorías detrás del auge de los emprendimientos
Si bien el proyecto Paisajes Sostenibles – Herencia Colombia, ha venido trabajando con estos emprendimientos locales en el Caribe, con el objetivo de mejorar la gestión de ecosistemas claves y realizando un diagnóstico de la situación en la región para ofrecer posibles soluciones, en los últimos seis meses, esta iniciativa ha adelantado una serie mentorías empresariales personalizadas que, según los participantes, ha demostrado ser fundamental para su éxito reciente en el sector turismo.
Este proceso ha sido liderado por la Fundación BioHerencia que se ha encargado de realizar un acompañamiento personalizado para que seis emprendimientos de la región optimizaran sus modelos de negocio, mejoraran la calidad de sus servicios y diseñaran ofertas turísticas alienadas con las necesidades del mercado.
“Este programa de mentorías nació por la necesidad de tener nuevos lugares y productos enfocados en la sostenibilidad para ofertar, en el contexto del crecimiento de la demanda de turismo en Colombia. Nuestro objetivo es impulsar estos territorios aislados con inmenso potencial de biodiversidad y cultura”, explica Luis Urueña, director de la Fundación BioHerencia.
¿Cómo se logró esto? Gran parte de las asesorías estuvieron precedidas de una etapa de diagnóstico y posteriormente estuvieron enfocadas en convertir estos emprendimientos en empresas legales y formalizadas, en particular para que puedan entrar a nuevos mercados nacionales e internacionales. En concreto, se logró materializar esas posibles ideas de negocios sostenibles desde el territorio.
“Nosotros llevamos años operando en San Pedro, en el Magdalena, pero ni siquiera estábamos registrados en la cámara de comercio, ni teníamos paquetes turísticos para enganchar a la gente que venía a observar un ave endémica que solo habita en la Sierra Nevada de Santa Marta”, cuenta William Álzate, de Sierra Diversa Tours, una iniciativa apoyada por el programa.
Como indica Urueña, director de Fundación BioHerencia, uno de los elementos diferenciales del proceso fue que se realizó un proceso de co-creación, en el que dimos las herramientas para que los emprendimientos crearan nuevas experiencias, desde su sentir y desde lo que los representa
“Uno de los elementos interesantes, como nos pasa mucho a los colombianos, es que tenemos ecosistemas increíbles y costumbres fascinantes, pero lo vemos como simples paisajes. Lo que logramos fue detectar esos posibles atractivos turísticos, y concebir la forma para que fueran atractivos para un futuro turista”, explica Urueña, de Fundación BioHerencia.
Además de esto, también se realizaron capacitaciones en los temas logísticos y de operatividad, para el manejo de la operación de un tour y todos los retos que hay con los clientes y aliados de los emprendimientos.
“Uno de los elementos centrales del programa, es el fortalecimiento de la gobernanza y de las redes entre ellos, en donde nadie compite con nadie, es decir, que los diferentes emprendimientos estén articulados para dar una experiencia integral a los turistas y para fortalecer el territorio”, precisa Urueña.
A pesar del enorme avance que han logrado estos emprendimientos, uno de los retos que buscó sortear el proyecto es cómo visibilizar estos destinos en el mercado. Para esto se organizó un viaje de familiarización, también conocido como FAM TRIP, que tuvo como objetivo dar a conocer la riqueza natural y cultural de la región a operadores turísticos y empresarios del sector a nivel regional y nacional. Este se realizó en los corregimientos de Santa Clara (Fundación) y San Pedro de la Sierra (Ciénaga) durante 5 días con el objetivo de mostrar las dos rutas turísticas.
Las dos primeras jornadas fueron lideradas por los emprendimientos CAPIKUL y TRUCO (Turismo Rural Comunitario), que expusieron su oferta relacionada con cata de café, apicultura, experiencias campesinas y gastronómicas, así como memoria histórica. Por su parte, los otros tres días estuvieron protagonizados por los emprendimientos Serranos Travel, Finca Villa Esperanza, Café, Herencia y Tradición y Sierra Diversa Tours de San Pedro de la Sierra que mostraron sus paquetes relacionados con experiencias de bienestar, senderismo, fincas cafeteras, intercambio cultural, entre otras.
Como resultado de estas actividades se firmó una carta de intención con empresarios y operadores turísticos para generar una alianza estratégica e integrar estos destinos en la oferta turística nacional e internacional.
“Otro de los temas fundamentales que ha logrado el proyecto es avanzar hacia una mejor gobernanza de los territorios en torno a la prestación de un servicio como es el turismo, en el que se fortaleció el relacionamiento interno de las comunidades para el desarrollo local, así como las acciones para la protección de los ecosistemas, que es un activo importante en el turismo de naturaleza”, asegura Gaona.
“Nosotros le apostamos a un turismo sostenible y regenerativo, no masivo, en el que turistas vean en nosotros un ejemplo de cómo conservar la naturaleza, tradiciones y cultura, y que esto permita transformar realidades”, cuenta Hilary Sánchez líder del emprendimiento TRUCO. En ese sentido, uno de los efectos secundarios de estas estrategias es que incentiva las actitudes sostenibles en las personas, pues requiere de una consciencia ambiental para la protección de los ecosistemas.
Lo que viene
Según Martín Gaona, de la FAO, los avances del proyecto Paisajes Sostenibles - Herencia Colombia son apenas una semilla que se ha cosechado en el territorio. “Esto es solo un inicio, aún quedan muchos retos como la calidad de las vías y también el encadenamiento con otros sectores”, asegura.
Uno de los retos que debe continuar es seguir visibilizando estos emprendimientos en el mercado nacional, en particular cómo integrar estas ofertas a mercados ya establecidos como Santa Marta y Barranquilla. “Sin duda es un reto, pero también es una oportunidad para captar ese público que hay en estas zonas para ofrecerles algo diferente”, asegura Urueña, de Fundación BioHerencia.
Además de lo mencionado, los emprendimientos continúan trabajando para fortalecer sus ofertas y mostrar el destino Sierra Nevada de Santa Marta, así como para fortalecer la economía local, impulsando que cada vez más personas sean conscientes de la biodiversidad y se apoye el turismo de naturaleza y cultural de base comunitaria que permita generar impactos positivos no solo para los territorios sino para el planeta.
Desde Bibo de El Espectador lo invitamos a descubrir el mundo respetando sus culturas, cuidando su naturaleza y apoyando a sus comunidades. Por esa razón, le recomendamos buscar experiencias y actividades con impacto social y ambiental la próxima vez que programe sus vacaciones.
